No obstante, continúan existiendo problemas sociales masivos, permaneciendo altos niveles de pobreza. Frustración ante el fracaso de resolver estos problemas, junto con la rabia por la creciente corrupción, la burocracia y los métodos verticalistas de administración, pavimentaron el camino para la derrota en el referéndum. El desempleo oficialmente está cerca del 10%. La escasez de alimentos, la inflación sobre 20% y la crisis masiva de vivienda no pueden ser resueltas mientras continúe el sistema capitalista. La falta de 2.7 millones de viviendas, con otro 1.3 millones de hogares que son poco más que chozas auto construidas, ilustran lo desesperada que sigue siendo la situación para millones de personas.
La pobreza y la marginación de la sociedad se ven reflejadas en los altos niveles de criminalidad, especialmente homicidio, que afecta las principales ciudades. En 2000, la tasa de homicidios fue de 33.2 por 100.000, comparado con 1.1 en Japón y 5.51 en los EE.UU. Desde entonces la situación sólo ha empeorado en la capital, Caracas, ahora es más violenta que Río.
Durante noviembre de 2007, se informaron 11 homicidios diarios en Caracas. Se estima que 1.000 personas fueron secuestradas para exigir rescate durante 2006. El crimen violento ahora es un asunto de importancia ya que el gobierno es señalado como culpable de no haber actuado frente ante él. Algunos sostienen que es injusto culpar a Chávez por el alto nivel de criminalidad. El crimen existirá en sociedades deterioradas por la pobreza y la privación social. En último término, sólo puede ser resuelto sobre la base de terminar con el capitalismo y las condiciones sociales que este crea.
Sin embargo, esta es una cuestión crucial y es necesario que el movimiento de trabajadores lo afronte de manera práctica. La policía, como parte de la maquinaria estatal capitalista, esta plagada de corrupción y es necesario luchar por el control democrático de ella por parte de la comunidad. Al mismo tiempo, es necesario ligar esto en Venezuela con las comunidades locales que se organizan para defenderse de ataques criminales violentos y bandas. Una de las debilidades más grandes del movimiento es la ausencia de un movimiento conciente, organizado, independiente de los trabajadores y los pobres. Si este existiera, la construcción de comités democráticamente electos podría ser vinculado con al formación de comités de defensa vecinales. Estos podrían tomar medidas para expulsar bandas criminales de tipo mafioso y ofrecer una alternativa a los jóvenes que han sido atraídos por ellas.
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